De acuerdo con Francisco De Paula Guarner, director del área de digestivo del Hospital Vall D'Hebron y reconocido experto en microbiota, estos análisis son, al menos por el momento, una moda inútil. En sus palabras, “yo no lo recomiendo; no hay datos suficientes sobre los patrones de normalidad de la microbiota para poder dar recomendaciones o tomar decisiones relacionadas con la salud a partir de estos análisis del microbioma”. Es decir, que es difícil hablar de disbiosis cuando ni siquiera sabemos lo que es la eubiosis, y los test de 300€ donde nos dan el "perfil" de nuestra microbiota, son, por el momento, un desperdicio de tiempo y dinero.
Aquí el artículo completo de La Vanguardia.
Sin embargo, hay razones para el optimismo. La investigación de la microbiota intestinal lleva años, especialmente la última década, creciendo a un ritmo exponencial, principalmente por su relación con enfermedades variopintas, no sólo gastrointestinales.
Aquí, un reflejo de este crecimiento exponencial del que hablamos. En la siguiente columna pueden verse el número de estudios anuales, extraídos de la base de datos de Pubmed, durante los últimos 30 años, que contienen los términos "gut microbiome/gut microbiota/intestinal microbiome/intestinal microbiota" en su título/resumen:
1988- 0
1989- 2
1990- 0
1991- 1
1992- 2
1993- 2
1994- 2
1995- 2
1996- 3
1997- 5
1998- 9
1999- 10
2000- 10
2001- 11
2002- 32
2003- 30
2004- 37
2005- 78
2006- 120
2007- 164
2008- 240
2009- 327
2010- 514
2011- 649
2012- 1012
2013- 1408
2014- 1850
2015- 2363
2016- 3189
2017- 3936
2018- 4972
En los últimos 10 años, el número de estudios que tienen a la microbiota como un tema central se han multiplicado por 20. En algún momento esta tendencia se estabilizará, y, si los hallazgos empiezan a consolidarse, si la metodología evoluciona (añadiendo el Big Data a los estudios de metagenómica y metabolómica), y los costes se reducen, hay posibilidades de que surjan hallazgos muy interesantes, al menos para ciertos subgrupos de SII.
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